lunes, 28 de febrero de 2011

Pensamiento Crítico

El pensamiento crítico contra la manipulación.

Introducción
Las formas de manipulación del decálogo apócrifo atribuido a Chomsky http://blogdelviejotopo.blogspot.com.es/2013/02/un-texto-apocrifo-de-chomsky-las-10.html se pueden resumir en tres: emocionalidad sobre racionalidad , adoctrinamiento frente a educación y ruido informativo contra conocimiento.

El pensamiento crítico es el único método capaz de prevenir la manipulación mediante el examen riguroso del proceso seguido por nuestro pensamiento y la práctica de habilidades que eviten las tres formas de manipulación.

Si pensar es el proceso cognitivo que da sentido a nuestra relación con el mundo, pensar críticamente es el proceso cognitivo que usamos para investigar nuestra forma de pensar y la de los demás con el objetivo de mejorar nuestra comprensión del mundo. El pensamiento crítico se fortalece mediante análisis, reflexión y práctica. Si creemos que somos suficientemente críticos con nuestros pensamientos y opiniones, podemos estar seguros de que nos engañamos. El pensamiento crítico nos hace conscientes de todo lo que nos falta por saber y no deja lugar a verdades absolutas.



La emocionalidad en el mecanismo de la manipulación.

De los tres elementos utilizados por los manipuladores, la estrategia de excitar  y reclamar la emocionalidad es  el más eficaz.  Según los estudios recientes de neurociencia, nunca tomamos decisiones guiados exclusivamente por la racionalidad [Kolb & Whishaw]. El componente emocional siempre está presente. Las emociones son consecuencia de  la evolución de nuestra especie y, por lo tanto, los procesos neuronales desencadenantes de las emociones son fruto tanto de la herencia genética como del entorno. Se han descubierto recientemente unas neuronas que los neurocientíficos denominan neuronas espejo:

         "Las neuronas espejo son un tipo particular de neuronas que se activan cuando un individuo realiza una acción [...] Cuando una persona realiza acciones en contextos significativos, tales acciones van acompañadas de la captación de las propias intenciones que motivan a hacerlas. Se conforman sistemas neuronales que articulan la propia acción asociada a la intención o propósito que la activa. La intención queda vinculada a acciones específicas que le dan expresión, y cada acción evoca las intenciones asociadas. Formadas estas asambleas neuronales de acción-ejecución-intención en un sujeto, cuando ve a otro realizar una acción, se provoca en el cerebro del observador la acción equivalente, evocando a su vez la intención especializadas en crear empatía con los sentimientos de nuestros congéneres".[García García, Emilio]

Las estrategias de la manipulación utilizan este mecanismo cerebral automático para transmitirnos emocionalidades subliminales a través de la asociación de una imagen, emocionalmente activa, con un discurso o relato a manipular. La manipulación se hace evidente cuando comprobamos que no existe relación causal entre la imagen emitida y el mensaje transmitido. Este tipo de manipulación está tan generalizado que es fácil detectarlo en casi toda la publicidad audio visual.

La emocionalidad participa de las creencias y juntas sirven para interpretar, evaluar y predecir situaciones en el mundo con la mayor celeridad, el mínimo esfuerzo de nuestro pensamiento y  la máxima eficiencia en la respuesta. Esta economía de esfuerzo es la gran enemiga del pensamiento crítico. En lo que sigue se tendrá siempre presente que la utilización de la emocionalidad dirigida se encuentra siempre presente en la acción del manipulador.

Adoctrinamiento vs pensamiento crítico

Nuestra forma de pensar procede de nuestra historia vital y por lo tanto es fruto de nuestra educación entendida en el más amplio sentido. Recodemos que  la educación es una estrategia social que sirve para transmitir intergeneracionalmente la forma de ver y relacionarse con el mundo. En este sentido, la  influencia social se transfiere a nuestras creencias, actitudes, acciones y decisiones. [Myers] A distintas escalas (sociedad, grupo, familia, etc. ) la presión de grupo modela las relaciones  de obediencia y conformidad con los patrones establecidos. Cuando en alguno de los distintos entornos esa influencia descarte cualquier estrategia crítica podemos asegurar que estamos bajo la acción del adoctrinamiento. Es decir,  una persona, o un grupo nos dicen implícita o explícitamente cómo tenemos que pensar, comportarnos u obrar en un asunto determinado o en general sin articular un mecanismo de contrastación crítico. Son muchas las estrategias que sirven para inculcar una ideología, unos principios, una moral obligatoria y una determinada visión del hombre y del mundo sin que se perciba. La prueba de que se está sometido a esta manipulación es la repulsión del adoctrinador por la duda. Dudar está proscrito y no existe lugar para el punto de vista del adversario.

El adoctrinador piensa que todos son de su condición y no en pocas ocasiones se muestra apocalíptico – el método sistemático de despertar en su víctima el miedo al otro – o mesiánico.

Por las razones apuntadas, nuestras creencias se deben poner en tela de juicio tanto si el pensamiento se basa en la experiencia personal o en experiencias indirectas. Es imprescindible poner en cuarentena nuestras creencias y someterlas a un análisis minucioso para encontrar errores conceptuales o trabas emocionales.

Para interpelar las creencias procedentes de nuestra experiencia vital es muy importante que nos preguntemos honestamente por la profundidad de nuestro conocimiento del tema, por la fortaleza de nuestros argumentos y el origen de nuestra opinión. Se deben explorar la existencia de otras perspectivas diferentes y se debe dedicar tiempo a analizar su solidez argumental “sine ira et studio”, es decir sin rencor y parcialidad. Recordemos que “es más fácil ver la paja en ojo ajeno que la viga en el propio”.

El ruido informativo y el conocimiento

En lo que respecta al ruido, es decir el exceso de información no relevante, es imprescindible evaluar la importancia de la  información y su relación con el asunto a esclarecer. 

Para evitar el ruido informativo se debe definir claramente el problema para poder suprimir todo aquello que tiene poca o ninguna relación con él. Aunque parezca paradójico, mucha información puede representar poco conocimiento. Recordemos que el conocimiento es el resultado del trabajo crítico y la reflexión sobre la información. En este mundo gobernado por las prisas, se utiliza con frecuencia la mala praxis que consiste en repetir lo que alguien con supuesta autoridad dijo sin comprobar las afirmaciones  mediante un estudio e interpretación crítico de  las fuentes primarias en busca de malinterpretaciones o sesgos informativos - es decir, por ejemplo, ocultación de datos relevantes para la investigación-. 

También es común apoyarse en las creencias tanto propias como ajenas procedentes de un caso aislado. Aquí se debe tener en cuenta el lema latino “casus unus casus nulus” -un caso es ningún caso- y por lo tanto debemos mostrar cuidado con las generalizaciones.

Como norma general nos debemos preguntar por: la fiabilidad e intereses de la fuente de información, por la calidad y riqueza en la fundamentación de los hechos,  por la cantidad y riqueza de fuentes de primera mano que nos facilita para la comprobación de sus afirmaciones, por el ajuste de sus predicciones, por la coherencia y consistencia entre las creencias y las explicaciones y, sobre todo, por el papel que juega la emocionalidad en el relato de los hechos.

La exposición muestra en  algunas ocasiones incoherencias y trampas de tipo lógico. Por ejemplo, la forma en la que se pregunta lleva implícita la respuesta. También es frecuente encontrar comparaciones entre diferentes para deducir relaciones entre iguales -por ejemplo, comparar  a los grandes del pensamiento del siglo pasado como Ortega o Ramón y Cajal con  los alumnos que sufren fracaso escolar en el presente para demostrar que la educación antes era mejor que ahora- . Otra forma muy común de manipulación reside en la utilización del silogismo para llegar a conclusiones generales desde proposiciones antecedentes falsas o particulares - por ejemplo  “Stalin y Hitler eran ateos. Stalin y Hitler fueron responsables de más de 160 millones de muertos. Por lo tanto, el ateísmo es responsable de 160 millones de muertos”. En estos casos simplemente podemos cambiar el predicado del antecedente "ateos" por otro "aficionados a la petanca" para desmontar el argumento.

Otra cuestión de gran relevancia es  prestar atención a la utilización del principio de autoridad por parte de las fuentes.  El conocimiento requiere argumentos que no pueden ser refutados sólo por el principio de autoridad.  Por eso, en un mundo complejo y altamente especializado los expertos exponen  y debaten sus argumentos abiertamente y sin oscurantismo en revistas temáticas. Se impone por lo tanto  que las fuentes secundarias informen, con claridad y sencillez, sobre la existencia y conclusiones de estos debates.

Nos debemos también vacunar de las afirmaciones  emitidas por especialistas cuya disciplina no coincide con el tema a enjuiciar. Es frecuente encontrar en los medios de comunicación a un sociólogo hablando de energía nuclear, a un físico opinando de sociología, neurociencia, biología, etc. y a un psiquiatra forense emitir juicios sobre "los campos magnéticos de la Luna"... El "pedigrí" de especialista en algo no se extiende a todo el conocimiento. Esto no significa que sólo puedan opinar los especialistas. Quiere decir que no es válido el principio de autoridad y, por lo tanto, esa información debe ser contrastada acudiendo a fuentes de información especializadas como se ha apuntado en el párrafo anterior.
 
También es importante atender no sólo a lo que se dice sino a cómo se dice, pues el lenguaje es un sistema de símbolos y reglas que nos sirven para pensar, comunicarnos e influir en los demás. Se debe tener presente que la seducción forma parte importante de un discurso. Por esta razón, la utilización del lenguaje (pragmática) puede ser igual o más importante que el significado (semántica) de lo expuesto.

Por último, debemos tener mucho cuidado con la utilización del sentido común debido a la complejidad  y profundidad de algunos problemas. Los psicólogos estudian el sentido común o psicología popular bajo dos enfoques: como una práctica o como una teoría.

Como práctica, el sentido común  se entiende como una capacidad cognitiva que recopila datos contextualizados para explicar, predecir, interpretar y, en definitiva, para dotar de sentido al mundo. Como teoría , el sentido común es un cuerpo de creencias o modo compartido de pensar:
 
"La Psicología popular es una teoría donde se ponen de manifiesto las creencias, pensamientos y los procesos que todas las personas, legas y especialistas, compartimos"[Ojeda Arceo, T].

Bajo estos dos enfoques, la psicología popular nos dota de una visión e interpretación del  mundo mediante unos mecanismos evolutivos socialmente adaptados. Debido a su  origen y naturaleza, el sentido común incorpora información oculta e implícita lo que confiere al conocimiento procedente de la psicología popular su carácter incompleto, difuso y manipulable.

Por lo tanto, independientemente de su importancia evolutiva y social, el sentido común no es la panacea del conocimiento, sobre todo, porque falla  con frecuencia al atribuir relaciones causales a los sucesos. Ésta es una de las explicaciones de la popularidad de las seudociencias. Sirvan un par de ejemplos para desmitificar la aplicación del sentido común a todos los problemas:  la atribución de inferioridad mental dependiendo del origen étnico de los individuos y  el concepto de inercia que destronó el sentido común cuando se postuló que el origen del  movimiento uniforme y rectilíneo en el vacío no es consecuencia de la acción continua de una fuerza.

Conclusión

La combinación de ruido informativo, la emocionalidad y el adoctrinamiento consiguen nublar nuestra capacidad de discernimiento y nuestra capacidad crítica. Pensar críticamente y utilizar la autocrítica es la única estrategia para intentar evitar la manipulación informativa. Tener una opinión fundamentada en argumentos sólidos y contrastables requiere de un esfuerzo que encuentra compensación en la calidad de nuestras elecciones personales y recompensa social en todas aquellas situaciones en las que cuenten con nuestra opinión. El acto supremo de la libertad se pone en práctica al elegir. Tomar la elección adecuada depende en gran medida de nuestra capacidad crítica.. Abandonar por pereza o desconocimiento la costumbre de pensar críticamente significa perder todo control sobre nuestra voluntad y libertad rebajando nuestra condición humana a la de verdaderos autómatas.

Juan Campos Quemada


Fuentes
[1] Kolb & Whishaw. "Neuropsicología humana". Panamericana. 2009
[2] Myers. "Psicología".Panamericana. 2009
[3] García García, Emilio. REVISTA DE PSICOLOGIA Y EDUCACION. (2008) Vol. 1, 3, pag. 69-90 
[5]Chaffee, John. "Thinking Critically". Houghton- Miffin. 1994
[6] Ojeda Arceo, T. Psicología Popular: simulación vs teoría de la teoría. Tesis Doctoral.

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